lunes, 17 de septiembre de 2012


EDITORIAL  DE   TANIMARA # 15 
  
REATIVACION DE LA PARTICIPACION  CIUDADANA

En seminario de participación ciudadana realizado al principio del este año por la alcaldía de Medellín, los senadores John Sudarsky y Jorge Eduardo Londoño, plantearon que la  Ley 134  de participación ciudadana en debate en el senado para una posible reforma. Una derogación de la ley 134 es difícil y demorada, porque es una ley  estatutaria que requiere 4 debates en la cámara y 4 en el senado.
La participación ciudadana es un capital social que fortalece el tejido social, establece confianza institucional y es fuente de información. Los mecanismos de participación ciudadana pretenden construir sociedad civil a través de los imaginarios colectivos. La constitución política colombiana del 91  art. 103, consagró los mecanismos de participación del ciudadano como el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato. Posteriormente, se implementó la tutela como medio para reclamar los derechos ante el estado colombiano.
En los últimos 20 años la participación disminuyó en las elecciones, en la revocatoria del mandato, se dieron dos intentos con gobernadores y alcaldes que no progresaron, las consultas populares fueron cerca de 50 para subir a la categoría de municipio, prácticamente se limitó la participación ciudadana a al ejercicio de la tutela, para exigir del estado cumplimento de sus derechos. La forma como está reglamentada la ley 134 no ha dado éxitos en los mecanismos de participación ciudadana. Podemos agregar a ello,  la falta de sensibilización y de conciencia ciudadana, en la cual son necesarias una pedagogía y una educación cívica.
En la realidad colombiana se efectuó dispersión de la oferta participativa en los mecanismos, antes teníamos movilizaciones de protesta en el campo y la ciudad con los campesinos, los estudiantes y los sindicatos que rompieron la dirección colectiva y aglutinaron cantidad de masas; pero luego, se individualizó la protesta, desaparecieron por momentos las protestas masivas, debido a la falta cohesión política y social de los partidos políticos y de las organizaciones sociales que hicieron crisis de convocatoria y de credibilidad. Agreguemos, la ola violencia, el desplazamiento de campesinos y las amenazas de los actores armados del conflicto.
Al presente, vivimos un momento de reactivación de la participación ciudadana con la Mesa Nacional estudiantil, la protesta por mejores condiciones de salud, el impulso de referendo revocatorio contra la reforma a la justicia, las elecciones pasadas de las Juntas Comunales indicaron una relativa participación de la comunidad con el fin de utilizar este  instrumento legal y cívico, para levantar  opiniones de convivencia ciudadana y de ejercer presión a través de los mecanismos existentes, en vías a solucionar los problemas más apremiantes,  ante alcaldes y gobernadores;  la protesta contra el alza del impuesto predial y el movimiento indígena en el Cauca,  reclamando el derecho a la tierra ancestral y a la soberanía de su gobierno.
Sobre la agenda nacional quedan pendientes temas para un posible referendo del pueblo colombiano, como la legalización del aborto, del matrimonio gay y la adopción de niños, la aprobación de la cadena perpetua para delitos atroces, entre otros.
En síntesis, es conveniente para la democracia participativa reactivar la participación ciudadana con objetivos claros de denuncia e información pública que gane opinión y protagonismo de oposición política para generar un campo de poder político que tenga como norte la construcción de una patria soberana, independiente y de bienestar para nuestro hijos y nietos. El objetivo sigue siendo disputar y desenmascarar oportunamente las verdaderas intenciones e intereses de la clase política y el Gobierno Nacional, por ejemplo cuando  hundió la llamada reforma a la justicia. 


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