Eeditorial Tanimara 36: La canasta familiar en la pandemia
Indudablemente la pandemia ha
dejado a su paso una secuela de desastres como el huracán IOTA; caso de
muertes, contagiados, recuperados, UCI copadas, desempleo, quiebra de empresas,
escasa remuneración a trabajadores de la salud, angustias y temores por el
contagio del Covid-19. La canasta familiar no se queda atrás. Veamos:
La canasta familiar, es un conjunto de
bienes y servicios que son adquiridos
de forma habitual, para su sostenimiento, por una familia “típica” en cuanto a
su composición (número de integrantes) y con unas condiciones económicas
medias.
La canasta familiar está compuesta
por 405 artículos, de los cuales 176 son productos o gastos básicos. Algunos de
estos gastos son: arriendo, servicios públicos (agua, luz, teléfono) y alimentos
(leche, sal, azúcar, pan, harina, legumbres, queso, entre otros). Los Productos que hacen parte de la canasta
familiar:
Educación, Vestuario, Servicios
públicos, Transporte, Vivienda, Salud, Diversión y entretenimiento, Cultura. Con la pandemia se agregaron Nuevos productos a la canasta familiar. tapabocas, gel antibacterial, alcohol antiséptico,
jabón líquido y toallas desinfectantes son, entre otros, los principales
productos de droguería que están comprando los hogares colombianos.
¿Cuál es el valor de la canasta familiar en Colombia?
en 2019, la nueva canasta básica familiar (CBF) dada a conocer por
el Dane en enero pasado, le cuesta a
un hogar promedio –integrado por cuatro personas– $ 3.488.577 mensuales. El
hogar requiere de 4,2 salarios mínimos legales (SML 2019=$828.116) para la
adquisición de todos los bienes y servicios necesarios y vitales. La importancia de la canasta familiar,
radica principalmente, en que ésta, en primer lugar, representa los bienes y
servicios mínimos que requiere toda familia para subsistir en condiciones
mínimas de calidad de vida, por lo que tiene una gran importancia en lo relativo al
aspecto social.
El Gobierno Nacional pretendió con ayudas humanitarias
mejorar el bienestar de los colombianos, con algunos subsidios las pymes,
créditos, apertura de negocios y empresas después de cuarentenas angustiosas, y
ahora con adelantos de la prima de navidad a los trabajadores. Estas estrategias,
no han sido suficientes por el incremento de precios en los productos y
arriendo de vivienda, trabajo temporal o teletrabajo con escasa remuneración y despidos
masivos.
Seguimos insistiendo que para para enfrentar esta
crisis económica y social, hay que ampliar el tamaño del estado colombiano para
que recupere el Instituto de Fomento industrial (IFI) -banca de primer piso-, volver
a las cooperativas multiactivas de producción, a la prevalencia del capital
industrial sobre el financiero y, viraje en el Modelo neoliberal colombiano
frente a la configuración del presupuesto público y participación equitativa de
la sociedad civil en la decisiones importantes de los hechos económicos y
sociales.
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