Medellín,
febrero 9 de 2018
SEÑORES JUNTA DIRECTIVA
CIPA
(Circulo de periodistas de Antioquia)
Asunto:
Inquietudes y sugerencias
Cordial
saludo.
Primero
que todo, les deseo éxitos en sus actividades periodísticas.
En segundo
lugar, me agrada que la Junta Directiva se tome la molestia de manifestarse por
escrito a este servidor, recurriendo a los estatutos para que “exprese sus
dificultades y descontento”. En una oportunidad envié una carta con algunas
inquietudes y sugerencias y no tuvo respuesta escrita. Solamente, la secretaria
ejecutiva hizo una explicación oral breve, con la cual no quede muy satisfecho.
La lógica es que a lo escrito se responda en la misma forma. Lo escrito queda registrado,
mientras las “palabras a veces se las lleva el viento” o sufren interpretaciones
equivocas.
En tercer lugar,
regresé a Medellín del Sur del país, después de 20 años de trabajo como
profesor universitario, y estar vinculado al Colegio Nacional de Periodistas
(seccional) como asociado y tesorero de la junta directiva por un periodo,
editar - publicar por 15 años la Revista PROYECCIONES (1983-1998) y como columnista
del “Diario del Sur” por una temporada. Continué
con la escritura y el periodismo, logré la publicación de dos libros y la
edición del periódico TANIMARA. Después de trasegar como profesor en algunas
Universidades de Medellín y al momento de pensionarme, estudie con amigos y
familiares la posibilidad dedicarme a la actividad periodísticas y buscar
conexión con entidades del ramo. Por intermedio de algunos colegas de la
locución me informaron de la trayectoria del CIPA y decidí vincularme a tan
importante institución. Admitido como asociado comprobé lo veraz de la
información, conocí a varios periodistas de experiencia, en el trascurso de
estos últimos cinco años no volvieron por enfermedad, muerte o desmotivación
con la institución. Me animó la eficiencia, carisma y don de gentes del colega
Azael Carvajal, quien en ese momento conducía el CIPA. Fue uno de los motivos
para conocer la entraña de la institución, el trabajo de los colegas y de entablar
relaciones publicas alrededor del periódico Tanimara.
“No
escribes para impresionar el científico que acabas de entrevistar, o al
profesor que te ha grabado, o al editor que te rechazo estúpidamente, o a esa
persona que está tan buena y que has conocido en una fiesta y te han presentado
como escritor. Ni siquiera a tu madre. Escribes para impresionar a alguien
agarrado a la barra del metro en tránsito entre dos estaciones y que dejará de
leerte si le das oportunidad”. (1).
Soy respetuoso
con las instituciones que han ganado prestigio, trayectoria y protagonismo ante
la sociedad, máxime una que llega a los 55 años de periodismo en el Departamento
de Antioquia. Reconozco mis limitaciones para hacer una evaluación de la
trayectoria del CIPA, pero debido a lecturas, participación en eventos
periodísticos, charlas con algunos colegas en los últimos cinco años y, la
visualización del mismo en el panorama de las comunicaciones, me atrevo a
realizar la siguiente reflexión:
La Institución
mantiene a través de los años un esquema de funcionamiento tradicional ligado
al triunvirato iglesia- gobierno -militar. Por uno u otro motivo se recostó al
poder, puede ser en la búsqueda de legitimidad y de reconocimiento social y
político, de fomento a relaciones públicas o en el logro de algunos contratos.
Las preguntas que surgen: ¿que tanto ha beneficiado esta relación? ¿Cuál ha
sido el apoyo? ¿Se ha posicionado la marca CIPA? Como se planteó en una asamblea de socios.
¿Ha mantenido independencia y autonomía para que sus asociados ejerzan la
profesión y el derecho a la libertad de expresión?
En varios
seminarios y encuentros se planteó que en Colombia no existe libertad de prensa,
sino autocensura y libertad controlada, sometida por la pauta publicitaría o por
el control mediático en la dirección de los medios de comunicación. Las razones
por las cuales asesinan periodistas es porque se atrevieron a decir la verdad
y/o denunciar componendas y prácticas de corrupción en algunos gobernantes, otros,
se han desmotivado de la actividad, entre otras. Considero que es hora de que el CIPA cambie de
rumbo en su orientación, sobre todo cuando ingresaron jóvenes profesionales que
desean proyectar su conocimiento académico en la Institución. Pero, los nuevos
colegas deben demostrar primero en un periodo establecido, cual es la relación
teoría -práctica en la actividad periodística oral o escrita, antes de ser
tenidos en cuenta en la Junta directiva, cosa que no hizo. Debe haber una
relación estrecha entre los veteranos empíricos y los jóvenes profesionales.
“Los dirigentes pasan, pero las instituciones quedan”.
En cuarto
lugar, en relación a las redes sociales a través de internet, considero que los
informes y opiniones sueltas, son volátiles y superficiales algunas veces,
sujetas a interpretaciones amañadas y personalizadas. La prensa ya no es el
cuarto poder categórico como antes, donde se señalaba un presidente o se hacían
guiños, desde editorial del periódico El Tiempo.
Lo
paradójico del asunto, es que la redes ganaron aceleradamente credibilidad y
poder de influencia en fracción de minutos, por ejemplo, el desmonte de
decisiones en instituciones educativas españolas para otorgar un premio a un
expresidente colombiano, para nombrar técnicos y jugadores de unos equipos de
futbol y, otras injerencias sociales y políticas. De mi parte, no podía
quedarme atrás, en el Facebok de Tanimara se hacen planteamientos y opiniones
políticas y sociales e invitaciones a eventos con visitas entre 15 y 25
semanales, 99 socios del periódico y en el twitter 75 seguidores y 80
siguiendo.
Hay
riesgos de estar posicionado en las redes sociales, por una mala interpretación
de los lectores, pero también se logra capacidad de convocatoria y aprecio en algunos.
De cinco chats a los que pertenecía me retiré de tres por falta de seriedad y
de madurez de algunos de sus ocupantes. Simplemente se da una información de un
evento o una opinión contraria, “no es sitio para eso”. Mi respuesta: censura o
molestia. A dos colegas sus propios compañeros los censuraron e hicieron la
situación difícil, los retiraron del gremio y de las redes sociales. Uno, por
cuestionar la secretaría de comunicaciones en medio del debate a la política
pública de medios y otro, por opinar sobre el concejal de” marras” despedido de
su grupo político. Habrase visito tamaña osadía! En el país de Macondo cualquier
cosa es posible.
En el
trascurso del debate a la política pública de medios y del encuentro
internacional de periodismo comunitario hice la anotación en la red de la mesa
de medios: “El CIPA es Zoila y sus acompañantes, los demás son decorativos”. En
todos los eventos que se realizan durante el año, siempre veo los mismos asistentes
de la Institución, sin ninguna injerencia, no hay un pronunciamiento oficial de
la Junta directiva: sobre la política de
medios, el encuentro internacional de periodismo, el proceso de paz, festival
de periodismo Gabo, congreso colombiano de historia, tertulia de la cruz roja y,
otros. A la gente y las instituciones “se juzgan por lo que hacen, no por lo
que dicen”. El mundo está lleno de parlanchines.
El
argumento de que no se puede hacer un pronunciamiento porque es una Institución
neutral o apolítica, en esta época del desarrollo de las comunicaciones esta
fuera de lugar. Nos deja atrás la rueda de la historia. Creo que se perdió capacidad
de convocatoria, algunos de los colegas no volvieron y otros estamos pensando porque
una Institución de 55 años de vigencia y trayectoria no lidera o asume una
opinión pública a través de un simple de comunicado de prensa, por ejemplo. Las
preguntas: ¿Hay capacidad de liderazgo? ¿Existe Temor a comprometerse? ¿Falta
capacitación en los temas para pronunciarse?
En quinto lugar,
mi comportamiento personal y social ha sido a través de mi vida profesional y familiar
de irreverente, informal y crítico de estatus quo vigente. No soy muy
partidario de tantos protocolos que encasillan y restringen la libertad de actuar,
ni menos de conductismo de “porque dijo eso”, “porque no se alinea con
nosotros”. Escojo mis amigos y tertulios como norma general. La normatividad
colombiana reza el derecho a libre personalidad y a la privacidad. Admiro y aplaudo aquellas personas y líderes
que trabajan en las comunidades efectuando una crónica, un reportaje y una
entrevista, sobre hechos y sucesos del barrio, la comuna o vereda. Notas,
artículos o investigaciones que seguro veremos en medios de comunicación. En
síntesis, prefiero los guerreros del camino, no de escritorio.
Ingresé al
CIPA para mostrar un trabajo periodístico de 10 años con el periódico Tanimara,
para aprender de las experiencias vividas por los colegas, buscar asesorías
para gestionar pautas publicitarias debido al prestigio de la institución, pero
no hubo una carta de recomendación, sino una lista de algunas empresas. Ganar amigos sin mucho protagonismo una de
las metas. Hasta ahora en las mesas de trabajo que participa Tanimara como: ambiental,
comunal, de medios y asocomunal, se informa sobre la trayectoria e importancia
del CIPA.
“El
periodismo es importante. Pero uno nunca debe creerse esa importancia. Nada más
rápido a un lector al crucigrama o la clasificación de la liga que ser pomposo.
Por tanto, las palabras cumplen, las ideas claras y las frases cortas son de
vital importancia. Y también un poco de irreverencia.” (
Como conclusiones,
presento escusas si mi comportamiento informal e irreverente ha afectado el
andar institucional y a las susceptibilidades de algunos colegas.
El CIPA me
aportó relaciones públicas, identificación en eventos e interés por conocer más
sobre la profesión del periodismo, a pesar de que su actividad se reduce a tres
eventos anuales: día del periodista, premiación de trabajos y cena de navidad.
Como sugerencias
planteó las siguientes;
- Convocar tertulias mensuales entre asociados y de otros gremios, con el objetivo de contar y examinar los trabajos periodísticos de cada uno. Aprender de sus experiencias y trasmitir las propias.
- Hacer un COMUNICADO DE PRENSA mensual -oral y escrito- de los hechos trascendentales, a nivel internacional, nacional y local.
- Revisar la composición de los jurados para los trabajos periodísticos anuales. Se debe estructurar con personas calificadas que no estén relacionadas con el CIPA, sino de otros gremios y de la academia. Algunos quedamos sorprendidos con premio a la excelencia otorgado al periódico JOHANA, con escasa cobertura y poco conocido en el medio de las comunicaciones. Premio que debía otorgarse al periódico UNIVERSOCENTRO, con más recorrido, un diseño moderno de investigación, un tiraje de 20.000 y una circulación amplia en los municipios del Valle de Aburra.
- Visitar a los colegas vinculados años atrás para buscar la forma de relacionarse con el CIPA y asimilar sus experiencias.Notas: (1, 2): 25 Mandamientos para un periodismo sencillo. Wikipedia
Agradeciendo
su atención.
OSCAR VILLADA ÁLZATE.¡
Economista,
escritor y periodista
Maestría
en economía, política y relaciones internacionales
Universidad
externado de Colombia, Bogotá 1992. tanimaraperiodico@gmail.com
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