jueves, 30 de agosto de 2018



La junta comunal en el posconflicto colombiano: Preámbulo 



“Los libros hacen más aguda la mente.
La vida más emocionante. El espíritu más grande”. Anónimo.



La enseñanza del Maestro Gabo, premio nobel de literatura, sobre la constancia para escribir partiendo de las relaciones cotidianas con la gente de a pie, al lado de sus organizaciones, siguen vigentes. Esperamos subir siquiera un peldaño en la escalera literaria y periodística del maestro Gabo, para que la generaciones presentes y venideras asimilen algunas enseñanzas, recojan legados, cosas buenas de sus mayores, aporten al presente y provenir. Somos tercos, a pesar de los avances virtuales, consideramos que aun, los pocos amantes de la lectura en Colombia, disfrutamos del papel en periódico, libro, gaceta, revista, para ojear, rayar y separar la página para el otro día o momento. Continuamos aportando a la comunidad académica, las organizaciones sociales y políticas, a las instituciones comunitarias.  Después de cuatro años de trabajo e investigación, presentamos el libro, “La Junta Comunal en el posconflicto colombiano”.



Se pretende examinar en forma breve la Realidad de la Junta de Acción comunal en Colombia y el Municipio de Bello, desde su nacimiento (Ley 19 de 1958), Ley 743 de 2002, ORDENANZA No. 33 (Asamblea de Antioquia, diciembre 26 DE 2011); luego los gobiernos de turno, que lograron construcción y ejercicio de poder a través de ellas, según investigadores de la UPB. El control y utilización de los llamados auxilios parlamentarios generó una serie de expectativas en líderes comunitarios. Su terminación se debió en gran parte al manejo politiquero en la relación con la comunidad. Lo cierto es que el protagonismo de las JAC ha sido escaso debido a la politiquería y al manejo clientelista de ellas. Sin embargo, se mantienen como una forma de democracia participativa. Fue el marco del estado de bienestar, el estado paternalista que otorgaba subsidios a empresas estatales y realizaba actividades sociales y económicas en las comunidades. Posteriormente, en el estado neoliberal que suprimió los subsidios, termino con las garantías y dadivas al trabajador, una economía de mercado que privilegia la individualidad por encima de la colectividad. Se presenta una breve reseña del XXIV Congreso Nacional comunal. Se ubica luego, el contexto del Municipio de Bello y las JAC del mismo municipio, como caso particular.



Finalmente, se aborda el papel de “La junta comunal en el posconflicto colombiano”, en el marco de la negociación de los acuerdos entre la insurgencia de la Farc y el Gobierno nacional de juan Manuel Santos, de la convocatoria a las fuerzas vivas del país, el triunfo del NO en el plebiscito, el otorgamiento del premio Nobel de Paz al Presidente Santos y, los impactos y proyecciones de la junta comunal en estos tiempos. A las nuevas expectativas que recaen en la negociación de los acuerdos como: desarrollo rural integral, participación política, solución a las drogas ilícitas, ley de víctimas, juntica transicional, implementación de los acuerdos, entre otros.



El trabajo de campo se efectúa en forma directa con líderes de las juntas comunales y de relaciones básicas con las comunidades a través del periódico TANIMARA, realizando una serie de preguntas y entrevistas, con la colaboración de ASOCOMUNAL a través de su presidente José Cuadros, de aportes y apoyo de líderes comunales y políticos como, Iván Toro Zapata, Misael Yarce, Alirio Restrepo, Hernán A. Cardona, Alfredo Garaviño, William Londoño, Jorge Arias y, de otros líderes comunales y deportivos importantes, reseñados en una lista para un reconocimiento posterior.



Situación que nos permitió diseñar el comportamiento y personalidad del líder comunal, su relación con los políticos, la Administración Municipal y los pobladores. Igualmente, hacer la reseña de las JAC, en relación a la historia, perspectivas, altibajos y aportes a la construcción de ciudadanía y en cierta medida, a la infraestructura de las comunas, barrios, veredas en el Municipio.



De mi parte debo anotar, cuando era niño mi padre Don Pedro Villada, me llevaba a las juntas comunales a observar las mingas que realizaban los pobladores para arreglar o construir calles, casetas, escuelas; a las casetas donde hacían dedicatorias de canciones entre hombres y mujeres, venta de empanadas para conseguir fondos. Después de mi ingreso a la Universidad en la década de los años setenta, continúe visitando las juntas comunales con una visión política de cambio y transformación. Posteriormente, en la ciudad de Pasto (Nariño), trabajando como profesor en la Universidad, en la urbanización la Florida donde residía, me nombraron como presidente y vicepresidente en dos periodos respectivos. En compañía de Alirio Verdugo, Hernán Sánchez, Flavio Cerón, Alberto Benavides, Doña Antonia, Julio Gómez, Doña Mercedes, Doña Alicia Mera y otros; logramos el cerramiento de la cancha deportiva y colocar tribunas, con la colaboración del Alcalde Eduardo Romo, porque el constructor de la urbanización entregó la placa deportiva incompleta. Hicimos actividades culturales, como día de la raza, día de los niños, boletines, carteleras, concursos de pinturas y carreras atléticas. Fue todo un ambiente de participación ciudadana, de alegría y encuentro familiar. Finalmente, participé como delegado de Asocomunal Bello en el XXIV Congreso nacional Comunal realizado en Medellín en 2014, actualmente estoy vinculado en la Junta de Acción comunal del Barrio Cabañitas en Bello, a Asocomunal y en la Mesa de trabajo comunal de la comuna7.



Mil gracias a todos aquellos dignatarios comunales y amigos que aportaron con esta investigación. 

EL AUTOR. Oscar Villada Álzate.














































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