lunes, 1 de julio de 2024

ESTADO DEL MUNICIPIO......Editorial de supermartes #69, julio 2 de 2024: Van trasncurridos seis meses de gobernanza municipal (acompañamiento del gobierno en las comunidades), donde la mayoría de los municipios del Valle de Aburrá (Antioquia) están tratando de ajustar cuentas, presupuestos y políticas. Lo curioso del asunto, desde el principio del mandato llegaron trasferencias monetarias de la nación e impuestos del sector privado. Mandatorios y su equipa de gobierno alegan a su favor “la olla raspada” dejada por la administración municipal anterior, y urgen cambios administrativos en relación a cuotas de poder en la campaña y a términos de nuevos de los contratistas. Ante esto, la opinión publica seria y las comunidades comprometidas con el cambio social en Colombia, no son ajenas a los atropellos y desmanes, porque desde algunas organizaciones sociales ejercen veedurías ciudadanas y el control político, venido a menos en algunos consejos municipales. Cambiando de dirección, el estado municipal acapara muchos nubarrones, producto de las lluvias y aguaceros en veredas, caminos, barrios y comunas. Encontramos desastres, congestión de vías, deslizamientos de tierras y derrumbe de viviendas. Generalmente, no se tienen planes de contingencia a corto y largo plazo, sino tareas mediáticas en plena tragedia. “No se aplica medicina preventiva, sino curativa”. A renglón seguido, tenemos la inseguridad campante de maleantes, clanes y grupo de disidencia que afectan el diario vivir del ciudadano de a pie, mediante la zozobrosa y la inestabilidad. NO son suficientes las medidas de seguridad por parte del Gobierno Nacional, que desde el principio se trazó la política de paz total con los delincuentes y la insurgencia. Existen avances de combate al crimen organizado mediante mesas de trabajo y dialogo, pero el delito es una cultura milenaria que se anidó en los habitantes de “cuello blanco” y del “bajo mundo”. Existe hacinamiento considerable en las cárceles colombianas desde las cuales se organizan toda clase de delitos y atropellos a la ciudadanía. Es hora de revivir el sitio de la “isla de Gorgona” para ubicar los jefes de la delincuencia organizada y de establecer una legislación carcelaria eficiente, libre de corrupción. Hay tanta problemática social y política para ventilar, pero ahora nos limitamos a los anteriores temas, esperamos que se encuentren en los planes locales de desarrollo las sugerencias y aportes de los pobladores, organizaciones sociales y periodísticas. Somos entusiastas del porvenir de localidades y regiones porque el gobierno nacional tomó en serio lo prometido en su campaña, impulsa el cambio social frenado por una elite de poder demás de 200 años manejando el país, hacia intereses particulares de gamonales, terratenientes, empresarios y clanes de familiares, en detrimento de gran cantidad de desplazados y marginados.

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