Controversia en TANIMARA #39
Pandemia,
Política y Gobierno
Prof. Francisco
Aurelio Mena Rodríguez
La pandemia
del COVID – 19, ha generado devastación entre la sociedad colombiana que, como
la de otras naciones más preparadas, incluso las altamente desarrolladas, tiene
a la nación casi patas arriba aterrorizada y a punto del colapso económico.
Además, ha desnudado todas las taras que las administraciones con herencia
colonialista y la politiquera, diseñada solo para la ganancia de los
privilegiados, le han producido al país, con sus secuelas de racismo y
discriminación contra los grupos étnicos minoritarios y campesinos.
Colombia es un
Estado integrado por “una colcha de retazos étnicos y culturales” de regiones
claramente diferenciadas. Tan diferenciadas que se han agudizado por la
atención inequitativa que reciben de la administración central que da, en
exceso a unas zonas y muy poco, casi nada, a otras y que, por lo mismo, hoy se
encuentran en vulnerabilidad total devastada por ejércitos ilegales y bandas
organizadas no controladas por los entes constitucionales. La administración
del Estado, en sus diversos niveles, ha desconocido las realidades de los
pueblos; de la sociedad en general, llevando al constituyente primario a
manifestar su malestar en forma de paros generalizados, casi revueltas, a las
que ha pretendido someter mediante la fuerza y programitas frívolos, y sin la
debida credibilidad: Plan de empleo para 600 jóvenes (no para la totalidad) y
la Matrícula cero, para estudiantes de educación superior en las universidades
públicas de los estratos 1,2 y 3 (para 2º semestre 2021 y 2022, es decir, hasta
que pasen las elecciones del próximo año), en vez de atender las peticiones de
diálogo y cambios estructurales urgidos por la sociedad y exigidos por las
instancias reclamantes.
Es fácil
suponer que, tanto el llamado “Plan de empleo para jóvenes con sólo 600.000
beneficiarios”, será selectivo, preferentemente para atraer la atención de la
juventud del universo electoral, femenino y masculino de desempleados,
estudiantes, trabajadores informales y, sobre todo, “jóvenes Ninis” que esperan soluciones estructurales; o el programa
Matrícula Cero, que, de entrada, ya muestra la discriminación al sesgarlo
únicamente a las instituciones públicas, las cuales, al final, podrían terminar
quebradas con “pañitos de agua tibia” que, pasadas las elecciones, seguramente
desaparecerán ya cumplido su cometido. Con la falta de credibilidad y de apoyo
popular que se ha ganado este gobierno Duque-Uribe y su partido Centro
Democrático, se aplauden las decisiones tomadas en materia del combate a la
pandemia y los ritmos de la vacunación. Es fácil concluir, de manera rápida,
que estos programas, tanto como el de Ingreso Solidario y a Reducción del
Parlamento no pasan de ser estrategias que pretenden engañar, como siempre, a
los incautos. El pueblo colombiano ya está harto de ser manipulado por la
corruptela rampante. La sociedad
colombiana no se levantará como el ave fénix y, luego de la oscuridad
ocasionada por las sílfides de la politiquería y la corrupción dominante e
incontrolada, que distribuye las riquezas del país inequitativamente, se
levantará y con los instrumentos de la democracia participativa derrotará a
esta clase de política gobernante que se considera privilegiada.
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