Bello precisa de otro ciudadano,
no de otros politicos.
The municipality of Bello is
necessary of another citizen, not of another politics.
*Diego Alonso Bermúdez R.
Bello
precisa de otro ciudadano(a) no de otros políticos, nuestro paradigma actual
nos condiciona a pensar que la solución
a nuestros numerosos problemas radican en la actitud de los políticos de turno,
eso es lo que hoy consideramos como lógico; eso es lo más deseado, cambiar los
políticos, renovar los nombres, transformar los apellidos y establecer nuevos
personajes en la administración
municipal han sido las luchas de todos los procesos y momentos políticos en el
municipio de Bello.
Cada
proceso electoral pone el panorama a blanco y negro, al ciudadano(a), con
capacidad de voto lo ponen a elegir
entre Dios y el Diablo, entre lo bueno y lo malo; en los procesos electorales
los grupos políticos afilan y enfilan
sus maquinarias para demostrar quién es el más fuerte y finalmente es el ciudadano(a) quien termina
asumiendo las consecuencias de una elección que
tradicionalmente en el municipio de Bello han ido en detrimento del desarrollo
económico, social, cultural y humano de
los conciudadanos(as). +
¡Mientras
sigan los políticos tradicionales sin control nada va a cambiar!, las
estructura políticas, al menos las que
conocemos en el municipio, no realizan cambios de fondo, hacen cambios a los
procesos administrativos, reformas, que en el mejor de los casos permiten ver
un funcionario(a) más asequible, con más capacidad de escucha pero con mínimas
posibilidades de modificar las
realidades, los políticos tradicionales son transformadores y
reformistas mientras están en campaña, mientras realizan discursos, pero una
cosa es hablar y otra actuar, cuando llegan al poder se convierten en
salvaguardas de las estructuras, de procesos y de legislaciones, además se
acomodan, con su gente, a lo que antes criticaban, los veteranos habitantes del
municipio de Bello identificarán, con claridad la manera como los grupos
liberales y conservadores se camuflan en diferentes movimientos, todos con
carácter reformista, para hacerse al poder… y ¿han cambiado algo?.
Todo
lo que se desarrolla desde las diferentes administraciones que ha tenido el
municipio de Bello, se ha centrado en convertir al ciudadano en un sujeto
dependiente del poder gubernamental,
programas para grupos poblacionales como adulto mayor, jóvenes, artistas, deportistas, entre otros, son expuestos como servicios,
convirtiendo los derechos de los ciudadanos en servicios del gobierno local,
¿los derechos son servicios?, eso es lo que se desea desde las estructuras de
poder, pues es más fácil proporcionar un servicio que garantizar un derecho,
convierten al ciudadano en esclavo de esos servicios, en usuario, cuando en
realidad el gobierno tiene es la
obligación de garantizar esos derechos, y ¿dónde está la ciudadanía?. La
sociedad civil, en especial la sociedad Bellanita, con características de
emigrantes metropolitanos, departamentales y nacionales, una ciudad con
tipología de dormitorio, que en los últimos 15 años creció territorial y
socialmente en todas sus direcciones, no ha tenido transformaciones políticas
de fondo, la sociedad civil nativa y la nueva sociedad civil que ingresa, se
ven y sienten ajenas a las situaciones políticas del municipio, un buen
político preparará su ciudadanía para responder ante las dificultades conforme
a la ley, fortalece los movimientos sociales, consolida las juntas de acción
comunal y las juntas administradoras locales, da protagonismo a las veedurías
ciudadanas, fortalece los procesos del ministerio público, defiende los
derechos de los ciudadanos, un buen político, no da excusas a las
dificultades, las confronta, las afronta y resuelve, motiva a la comunidad a
participar de las soluciones, hace que la comunidad trabaje mancomunadamente, un mal
político le hará creer a su ciudadanía que él es quien tiene la posibilidad de
solucionar los problemas, que él es la salvación.
Es
necesario, para transformar nuestro municipio, fortalecer la ciudadanía,
volverla ejemplar, que no tolere la corrupción, ni la pública, ni la privada,
ni la común, cambiar una sociedad es una decisión individual que se logra con
el trabajo en equipo y se consolida en la cotidianidad, y esto nunca lo harán
los políticos tradicionales, un buen ciudadano, con valores y principios
renovados, ha de ser una construcción de los líderes comunitarios, de los
hogares y las familias, de las instituciones educativas, de la empresa privada;
una nueva sociedad civil, logrará, por intermedio de lo que establece la ley y
las instituciones del estado, custodiar los bienes públicos y garantizar la
protección y garantía de los derechos que la constitución y las leyes establece,
una renovada sociedad civil, romperá las transacciones y negociaciones
políticas en el momento de votar, una nueva sociedad civil, fortalecerá la
democracia desde la base, entenderá que el servidor público es para servirle a
los ciudadanos, no para pedirle favores, que las políticas públicas son para
garantizar acciones administrativas en protección de derechos y se deben
cumplir.
VALE LA
PENA RECORDAR.
1. Los políticos son
reformadores solo en campaña, cuando son electos cuidan las
estructuras
y actualizan la burocracia.
2.
Transformar la sociedad Bellanita, en términos de construir una nueva
ciudadanía, no es
una
prioridad de los políticos actuales.
3.
La sociedad civil tiene las herramientas constitucionales y por ende legales,
para garantizar un gobierno que responda a sus necesidades, pero al gobierno no
le interesa que la sociedad civil conozca a fondo estas herramientas.
4.
Construir una sociedad civil organizada, será función de los líderes
comunitarios, de las familias, de las instituciones educativas, de la empresa
privada; un trabajo individual que se materializa en la cotidianidad.
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