sábado, 7 de abril de 2018

CARTA AL CIPA

CARTA AL CIPA (Círculo de periodistas de Antioquia)

Medellín, febrero 9 de 2018

SEÑORES  JUNTA DIRECTIVA
CIPA (Circulo de periodistas de Antioquia)
Asunto: Inquietudes y sugerencias
Cordial saludo.

Primero que todo, les deseo éxitos en sus actividades periodísticas.
En segundo lugar, me agrada que la Junta Directiva se tome la molestia de manifestarse por escrito a este servidor, recurriendo a los estatutos para que “exprese sus dificultades y descontento”. En una oportunidad envié una carta con algunas inquietudes y sugerencias y no tuvo respuesta escrita. Solamente, la secretaria ejecutiva hizo una explicación oral breve, con la cual no quede muy satisfecho. La lógica es que a lo escrito se responda en la misma forma. Lo escrito queda registrado, mientras las “palabras a veces se las lleva el viento” o sufren interpretaciones equivocas.
En tercer lugar, regresé a Medellín del Sur del país, después de 20 años de trabajo como profesor universitario, y estar vinculado al Colegio Nacional de Periodistas (seccional) como asociado y tesorero de la junta directiva por un periodo, editar - publicar por 15 años la Revista PROYECCIONES (1983-1998) y como columnista del “Diario del Sur” por una temporada.  Continué con la escritura y el periodismo, logré la publicación de dos libros y la edición del periódico TANIMARA. Después de trasegar como profesor en algunas Universidades de Medellín y al momento de pensionarme, estudie con amigos y familiares la posibilidad dedicarme a la actividad periodísticas y buscar conexión con entidades del ramo. Por intermedio de algunos colegas de la locución me informaron de la trayectoria del CIPA y decidí vincularme a tan importante institución. Admitido como asociado comprobé lo veraz de la información, conocí a varios periodistas de experiencia, en el trascurso de estos últimos cinco años no volvieron por enfermedad, muerte o desmotivación con la institución. Me animó la eficiencia, carisma y don de gentes del colega Azael Carvajal, quien en ese momento conducía el CIPA. Fue uno de los motivos para conocer la entraña de la institución, el trabajo de los colegas y de entablar relaciones publicas alrededor del periódico Tanimara.

“No escribes para impresionar el científico que acabas de entrevistar, o al profesor que te ha grabado, o al editor que te rechazo estúpidamente, o a esa persona que está tan buena y que has conocido en una fiesta y te han presentado como escritor. Ni siquiera a tu madre. Escribes para impresionar a alguien agarrado a la barra del metro en tránsito entre dos estaciones y que dejará de leerte si le das oportunidad”. (1).
Soy respetuoso con las instituciones que han ganado prestigio, trayectoria y protagonismo ante la sociedad, máxime una que llega a los 55 años de periodismo en el Departamento de Antioquia. Reconozco mis limitaciones para hacer una evaluación de la trayectoria del CIPA, pero debido a lecturas, participación en eventos periodísticos, charlas con algunos colegas en los últimos cinco años y, la visualización del mismo en el panorama de las comunicaciones, me atrevo a realizar la siguiente reflexión:
La Institución mantiene a través de los años un esquema de funcionamiento tradicional ligado al triunvirato iglesia- gobierno -militar. Por uno u otro motivo se recostó al poder, puede ser en la búsqueda de legitimidad y de reconocimiento social y político, de fomento a relaciones públicas o en el logro de algunos contratos. Las preguntas que surgen: ¿que tanto ha beneficiado esta relación? ¿Cuál ha sido el apoyo? ¿Se ha posicionado la marca CIPA?  Como se planteó en una asamblea de socios. ¿Ha mantenido independencia y autonomía para que sus asociados ejerzan la profesión y el derecho a la libertad de expresión?
En varios seminarios y encuentros se planteó que en Colombia no existe libertad de prensa, sino autocensura y libertad controlada, sometida por la pauta publicitaría o por el control mediático en la dirección de los medios de comunicación. Las razones por las cuales asesinan periodistas es porque se atrevieron a decir la verdad y/o denunciar componendas y prácticas de corrupción en algunos gobernantes, otros, se han desmotivado de la actividad, entre otras.  Considero que es hora de que el CIPA cambie de rumbo en su orientación, sobre todo cuando ingresaron jóvenes profesionales que desean proyectar su conocimiento académico en la Institución. Pero, los nuevos colegas deben demostrar primero en un periodo establecido, cual es la relación teoría -práctica en la actividad periodística oral o escrita, antes de ser tenidos en cuenta en la Junta directiva, cosa que no hizo. Debe haber una relación estrecha entre los veteranos empíricos y los jóvenes profesionales. “Los dirigentes pasan, pero las instituciones quedan”.
En cuarto lugar, en relación a las redes sociales a través de internet, considero que los informes y opiniones sueltas, son volátiles y superficiales algunas veces, sujetas a interpretaciones amañadas y personalizadas. La prensa ya no es el cuarto poder categórico como antes, donde se señalaba un presidente o se hacían guiños, desde editorial del periódico El Tiempo.
Lo paradójico del asunto, es que la redes ganaron aceleradamente credibilidad y poder de influencia en fracción de minutos, por ejemplo, el desmonte de decisiones en instituciones educativas españolas para otorgar un premio a un expresidente colombiano, para nombrar técnicos y jugadores de unos equipos de futbol y, otras injerencias sociales y políticas. De mi parte, no podía quedarme atrás, en el Facebok de Tanimara se hacen planteamientos y opiniones políticas y sociales e invitaciones a eventos con visitas entre 15 y 25 semanales, 99 socios del periódico y en el twitter 75 seguidores y 80 siguiendo.
Hay riesgos de estar posicionado en las redes sociales, por una mala interpretación de los lectores, pero también se logra capacidad de convocatoria y aprecio en algunos. De cinco chats a los que pertenecía me retiré de tres por falta de seriedad y de madurez de algunos de sus ocupantes. Simplemente se da una información de un evento o una opinión contraria, “no es sitio para eso”. Mi respuesta: censura o molestia. A dos colegas sus propios compañeros los censuraron e hicieron la situación difícil, los retiraron del gremio y de las redes sociales. Uno, por cuestionar la secretaría de comunicaciones en medio del debate a la política pública de medios y otro, por opinar sobre el concejal de” marras” despedido de su grupo político. Habrase visito tamaña osadía! En el país de Macondo cualquier cosa es posible.
En el trascurso del debate a la política pública de medios y del encuentro internacional de periodismo comunitario hice la anotación en la red de la mesa de medios: “El CIPA es Zoila y sus acompañantes, los demás son decorativos”. En todos los eventos que se realizan durante el año, siempre veo los mismos asistentes de la Institución, sin ninguna injerencia, no hay un pronunciamiento oficial de la Junta directiva:  sobre la política de medios, el encuentro internacional de periodismo, el proceso de paz, festival de periodismo Gabo, congreso colombiano de historia, tertulia de la cruz roja y, otros. A la gente y las instituciones “se juzgan por lo que hacen, no por lo que dicen”. El mundo está lleno de parlanchines.
El argumento de que no se puede hacer un pronunciamiento porque es una Institución neutral o apolítica, en esta época del desarrollo de las comunicaciones esta fuera de lugar. Nos deja atrás la rueda de la historia. Creo que se perdió capacidad de convocatoria, algunos de los colegas no volvieron y otros estamos pensando porque una Institución de 55 años de vigencia y trayectoria no lidera o asume una opinión pública a través de un simple de comunicado de prensa, por ejemplo. Las preguntas: ¿Hay capacidad de liderazgo? ¿Existe Temor a comprometerse? ¿Falta capacitación en los temas para pronunciarse?

En quinto lugar, mi comportamiento personal y social ha sido a través de mi vida profesional y familiar de irreverente, informal y crítico de estatus quo vigente. No soy muy partidario de tantos protocolos que encasillan y restringen la libertad de actuar, ni menos de conductismo de “porque dijo eso”, “porque no se alinea con nosotros”. Escojo mis amigos y tertulios como norma general. La normatividad colombiana reza el derecho a libre personalidad y a la privacidad.  Admiro y aplaudo aquellas personas y líderes que trabajan en las comunidades efectuando una crónica, un reportaje y una entrevista, sobre hechos y sucesos del barrio, la comuna o vereda. Notas, artículos o investigaciones que seguro veremos en medios de comunicación. En síntesis, prefiero los guerreros del camino, no de escritorio.
Ingresé al CIPA para mostrar un trabajo periodístico de 10 años con el periódico Tanimara, para aprender de las experiencias vividas por los colegas, buscar asesorías para gestionar pautas publicitarias debido al prestigio de la institución, pero no hubo una carta de recomendación, sino una lista de algunas empresas.  Ganar amigos sin mucho protagonismo una de las metas. Hasta ahora en las mesas de trabajo que participa Tanimara como: ambiental, comunal, de medios y asocomunal, se informa sobre la trayectoria e importancia del CIPA.

“El periodismo es importante. Pero uno nunca debe creerse esa importancia. Nada más rápido a un lector al crucigrama o la clasificación de la liga que ser pomposo. Por tanto, las palabras cumplen, las ideas claras y las frases cortas son de vital importancia. Y también un poco de irreverencia.” (
Como conclusiones, presento escusas si mi comportamiento informal e irreverente ha afectado el andar institucional y a las susceptibilidades de algunos colegas.

El CIPA me aportó relaciones públicas, identificación en eventos e interés por conocer más sobre la profesión del periodismo, a pesar de que su actividad se reduce a tres eventos anuales: día del periodista, premiación de trabajos y cena de navidad.
Como sugerencias planteó las siguientes;
  1. Convocar tertulias mensuales entre asociados y de otros gremios, con el objetivo de contar y examinar los trabajos periodísticos de cada uno. Aprender de sus experiencias y trasmitir las propias.
  2. Hacer un COMUNICADO DE PRENSA mensual -oral y escrito- de los hechos trascendentales, a nivel internacional, nacional y local.
  3. Revisar la composición de los jurados para los trabajos periodísticos anuales. Se debe estructurar con personas calificadas que no estén relacionadas con el CIPA, sino de otros gremios y de la academia. Algunos quedamos sorprendidos con premio a la excelencia otorgado al periódico JOHANA, con escasa cobertura y poco conocido en el medio de las comunicaciones. Premio que debía otorgarse al periódico UNIVERSOCENTRO, con más recorrido, un diseño moderno de investigación, un tiraje de 20.000 y una circulación amplia en los municipios del Valle de Aburra.
  4. Visitar a los colegas vinculados años atrás para buscar la forma de relacionarse con el CIPA y asimilar sus experiencias.
    Notas: (1, 2): 25 Mandamientos para un periodismo sencillo. Wikipedia
Agradeciendo su atención.
OSCAR   VILLADA ÁLZATE.¡
Economista, escritor y periodista
Maestría en economía, política y relaciones internacionales
Universidad externado de Colombia, Bogotá 1992.   tanimaraperiodico@gmail.com
facebooK: periódico tanimara                                twitter: tanimaraperiodi

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